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- 2015
La fragua del alma: Crítica de Porfirio a la embriología estoicaAbstract: Según la embriología estoica, el embrión es todavía naturaleza, es decir, posee la vida de una planta, no de un animal. El estoico Hierocles se?ala que el alma “excede” a la naturaleza porque posee dos potencias anímicas, el impulso y la sensación, ausentes en la naturaleza (Elementa Ethica 1.5-35; BS 13.9; LS53B).El embrión, por tanto, como las plantas, carece de sensación, presentación e impulso. En efecto, los estoicos consideran que el embrión carece de impulso, pero su argumento presenta más dificultades en la defensa de que también carece de sensación. La cuestión sobre el modo en que el embrión recibe el alma es abordada por Porfirio en su tratado Ad Gaurum, donde se enfrenta a las tesis estoicas. La entrada o incorporación del alma en el cuerpo, identificado con el embrión, tiene lugar desde el exterior (?ξωθεν). Porfirio alude a Aristóteles (De anima 2.5.417a5-9), cuando explica que el alma no posee sensación en ausencia de objetos exteriores, lo mismo que un combustible no puede inflamarse aislado, ya que necesita de fuego exterior en acto. El discípulo de Plotino retoma la analogía aristotélica entre la percepción y la inflamación, pero precisa que esta última puede ocasionarse sin que el fuego entre en contacto con el combustible. La naturaleza que gobierna el embrión se pone en movimiento y se transforma en alma, adaptándose al medio ambiente, como si estuviera templada por el aire frío exterior. En su tratado Ad Gaurum (14.4.23-29) Porfirio critica esta teoría estoica del “temple del embrión”, que podemos poner en conexión con las tesis embriológicas expuestas en los Elementha Ethica de Hierocles. Este testimonio, donde se menciona el nombre de Crisipo y que no aparece recogido en las ediciones y traducciones de los textos estoicos (ni en los SVF ni en la reciente recopilación de Boeri-Salles), nos parece que aporta elementos relevantes
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